Hoy tengo que escribir, no hay forma. Estoy inspiradísimo, tengo mil ideas en la cabeza, es mas, no se por cual decidirme. Viste esos días en que volves en bondi y de repente algo o alguien el paisaje de la ciudad, o capaz en el mismo colectivo, sirve de detonador para una idea, una historia, que te gusta, te entusiasma, y te hace sentir que queres llegar a casa para prender la compu y ver que sale?, bueno, uno de esos días es hoy para mi. Encima hacía mucho que no escribía y ya me estaban dando ganas…
Encima como que la historia se relacionaba al mismo tiempo con muchas cosas que hace un tiempo tengo ganas de tocar en alguna historia. La verdad, frío pero lindo el día eh? Je, que bueno…
Todo empezó con el pibe ese que vi en la parada, no?, si, creo que si… el loco tenia medio cara de triste, y viste que cuando uno esta en la parada aburrido, y con el mp3 que te manda sonidos directamente a la cabeza, haciéndole puente a todos los ruidos y las palabras que hacen y dicen las demás personas que esperan el impuntual colectivo, te dan ganas de inventarles un pasado, un futuro. Y mas si está triste, es como que pensas en porque esta triste y hay miles de cosas que pasan por la cabeza, bueno, una de esas es la que voy a escribir. Bah, si me sale, porque que me hayan dado ganas no significa que cuando me siente me vaya a salir algo bueno… cuantas veces habré vaciado la papelera de reciclaje porque estaba lleno de .doc que no me gustaban…
Espero que me guste lo que me salga cuando escriba, ahora, voy a escribir ahora. Aunque… no se, me vinieron un par de recuerdos, no es lindo que te pase eso. Y reflejar no sirve, no aleja. Pobre chico, como se sentirá? Por la cara creo que no muy bien… que bajón. Y bueno, a veces pasan esas cosas, hay que bancarsela… aunque te saquen las ganas… por más ganas que tengas…
viernes, 8 de agosto de 2008
jueves, 31 de julio de 2008
Get Me Away From Here, I'm Dying (Belle & Sebastian)
Diego camina con las manos en los bolsillos por Bv. San Juan, llegando a Gral. Paz. Cruza la avenida procurando no chocar contra nadie y esquivando los autos que se dirigen hacia quién sabe dónde. Nueva Córdoba es un escenario extraño de día, y Diego suele perderse entre la gente que no conoce. Pateando una piedrita con melancolía e imaginando que la gente que lo ve piensa cuánto le debe gustar el fútbol, revisa su celular para ver si, en medio de tanto ruido, no se le paso por alto algún mensaje de texto. Nada, ni una señal de vida de Sofía (ni de nadie más, se miente Diego). Es sorprendente como una cosa tan superficial como impersonal genera semejante ansiedad en un muchacho triste como él. Justo antes de mirar el pelo alborotado de una morocha de ojos azules, piensa en todo lo que tiene que estudiar una vez que llegue a su casa. Un instante después de eso, cualquier idea que no sea morocha y de un azul profundo desaparece de su cabeza. La gente deja de hacer ruido, y las cosas pasan como si Diego estuviera adentro de la pantalla gigante sobre la Casa Radical, en una escena muda y deprimente a la que nadie presta atención más que para distraerse en un semáforo. Le gustaría que la morocha de ojos azules lo hubiera mirado durante un instante, y que esa morocha de ojos azules fuese Sofía.
Ella debe estar ya al otro lado del mundo cuando Diego llega a la esquina del Patio Olmos y piensa, una vez más, en la mujer que algún día va a venir a salvarlo. Imagina que lo va a encontrar sentado en la rampa del Cineclub Municipal, que cuando lo vea va a sonreírle y luego a seguir su camino, pero que ese será el primero de una serie de encuentros imprevistos, pero esperados, que desembocarán sin remedio en la misma caminata que está haciendo, pero que, en lugar de su corazón, serán un par de manos las que estén apretadas; y no será por la congoja o la amargura, sino por la necesidad que tendrá cada una de saber que la otra sigue ahí.
Sin embargo, piensa Diego, son pocas las heroínas que salvan muchachos tristes. Además, no hay nada que le indique que ella intentará salvarlo de esa forma. Podría, en todo caso, ofrecerse a escucharlo, decirle que confíe en ella, que estará ahí para ayudarlo en lo que necesite. Quizá hasta lo abrace y le diga que lo quiere. Pero cualquiera sabe que lo último que necesita un muchacho triste como él es que la mujer que debería salvarlo, quiera hacerlo escuchándolo… ¿Escuchándolo? Piensa, de hecho, en un silencio prolongado, una calma pacífica y de respiración tranquila en compañía de esta chica; esa sería la mejor prueba de que, al menos, ha comenzado su salvación.
Diego mira su reflejo en los vidrios opacos de un lujoso hotel y se da cuenta que cruzó el Bv. San Juan. En su imagen nítida no se alcanzan a ver, a simple vista, signos que delaten su tristeza. Tal vez las manos en sus bolsillos, jugando con su celular, deseando encontrar las palabras exactas para, con sólo un mensaje, poder decirle a Sofía como le gustaría acariciarle la mejilla con el pulgar; compartir un viaje en bondi sentados uno al lado del otro; o cebarle un mate, frío de tanto hablar y olvidar cualquier cosa que no sean sus cálidos ojos azules; pero, afortunadamente, para notar eso habría que conocerlo demasiado bien.
Entre tantos pensamientos dando vueltas en su cabeza, escribe lo primero que le sale y lo envía, pensando en que es evidente que un mensaje espontáneo dejará más que claro lo que siente y lo que quiere que Sofía sienta. Un segundo después, una eternidad después, piensa en lo tontas que le resultan algunas de las frases que escribió. Cuando en su pantalla aparece “Enviado”, ya está redactando el parche que sigue irremediablemente a cada mensaje que le manda. Diego tiene tantos parches para cada cosa que le dice a Sofía, que su amor no termina siendo otra cosa que un pedazo de tela cubriendo un agujero en un viejo y ajado pantalón de jean. Ella contesta. Él le importa tanto como cualquier otro amigo y Diego ya no encuentra razones para seguir escribiendo.
Sofía no es la chica que vendrá a salvarlo. Ninguna chica es la chica que vendrá a salvarlo. Pero es solo cuestión de baldosas para que Diego comience a caminar una vez más por el barrio de Flores, y se sumerja en universos en donde los muchachos tristes son salvados por morochas de ojos azules que sonríen.
Al cruzar la rampa del Cineclub Municipal, se pone a pensar en todo lo que tendrá que estudiar una vez que llegue a su casa.
lunes, 28 de julio de 2008
himno nacional argentino (vicente lopez y planes)
oid moratales, oid bien, no entiendo porque carajo nadie firma lo que yo escribo, y el gonza siempre le comentan como 4 veces.
Esto asi se va a la mierda y yo lo unico que hago es hacer el grito sagrado, libertad, libertad, libertad, de poder escribir cualquier cosa y que la puta gente me pegue un firmon ya que se molesto en leer lo que escribi.
Oid el ruido de rotas cadenas, de los millones de perros rabiosos que voy a soltar al mundo, asi se van todos a la mierda y por lo menos asi no les van a firmar a nadie.
Bueno los voy a dejar y me voy a tomar algo y asi gritar, al gran pueblo argentino salud, se por ser tan ratas y no firmar mas de una puta ves.
nos vemos.
una pregunta asi tienen excusa para firma, vicente lopez y planes, son una persona o son vicente lopez y vicente planes?
les dejo la frace para pensar de hoy: dance dance dance hoy tu sueño es real, dance dance dance habre tu mente. les doy una pista, esta es una cancion para ayudar a los putos con sus padres represivos y que entiendan que no son enfermitos, por eso lo de habre tu mente
miércoles, 23 de julio de 2008
trenes, camiones y tractores (arbol)
Bue a pesar de que por el nombre de la canción, parezca que voy a hablar del quilombo que se le armo al gobierno por el tren bala, el quilombo de moyano y barrionuevo por lo de la cgt y lo de las retenciones móviles al campo, no voy a hablar de otra cosa.
Pero para fomentar mi espíritu crítico voy a contar algo que me paso esta tarde, desde mi punto de vista ácido con un toque de edulcorante.
Hoy como siempre buscando una excusa para no ponerme a estudiar, me puse a ver el noticiero, y me sorprendió al ver las noticias que tenia este hermoso mundo para mi, paso a enumerarlas: 2 hablaban de violaciones, una simple y otra de una minas que desp que la violaron, le pusieron una inyección contra el sida, pero le hizo reacción con otro medicamento que estaba tomando y le amputaron una pierna. Otras 3 o 4 de accidentes en rutas que tenían por lo menos dos muertos por accidente. Y otras tantas de robos.
Enzima cuando ya taba indignado del mundo de mierda en el que vivimos, la chabona del noticiero dice que ahora tenia una buena noticia. En ese momento pensé las posibilidades: el nacimiento de un crio en algún lugar raro como la otra ves, pero lo descarte porque ya había pasado. Tal ves el nacimiento de 3 tigres bebes en un zoo, pero lo vi medio raro. Busque por otros lados que no sean nacimientos y pensé que iban a pasar un boopler gracioso, pero preferí dejarme de joder y ver la puta noticia.
Para mi sorpresa la buena noticia era que un arg. había participado en el campeonato mundial de silbidos, y que el campeón silbaba 3 horas por día para entrenar. A punto de llorar por escuchar semejante pelotudes entre tantas noticias malas, decidí dejar de joder y ponerme a estudiar.
Por suerte recibí la noticia que pini se ebreso y eso me calmo un poco, los dejo viejas y les dejo la frase para pensar del día: "y con orgullo levanto, copas y copas al dolor, al dolor de seguir vivo, que es lo bueno que tiene el dolor, y tb al placer de ganar y perder, cuando todo parece jodido es cuando hay que poner"
Pero para fomentar mi espíritu crítico voy a contar algo que me paso esta tarde, desde mi punto de vista ácido con un toque de edulcorante.
Hoy como siempre buscando una excusa para no ponerme a estudiar, me puse a ver el noticiero, y me sorprendió al ver las noticias que tenia este hermoso mundo para mi, paso a enumerarlas: 2 hablaban de violaciones, una simple y otra de una minas que desp que la violaron, le pusieron una inyección contra el sida, pero le hizo reacción con otro medicamento que estaba tomando y le amputaron una pierna. Otras 3 o 4 de accidentes en rutas que tenían por lo menos dos muertos por accidente. Y otras tantas de robos.
Enzima cuando ya taba indignado del mundo de mierda en el que vivimos, la chabona del noticiero dice que ahora tenia una buena noticia. En ese momento pensé las posibilidades: el nacimiento de un crio en algún lugar raro como la otra ves, pero lo descarte porque ya había pasado. Tal ves el nacimiento de 3 tigres bebes en un zoo, pero lo vi medio raro. Busque por otros lados que no sean nacimientos y pensé que iban a pasar un boopler gracioso, pero preferí dejarme de joder y ver la puta noticia.
Para mi sorpresa la buena noticia era que un arg. había participado en el campeonato mundial de silbidos, y que el campeón silbaba 3 horas por día para entrenar. A punto de llorar por escuchar semejante pelotudes entre tantas noticias malas, decidí dejar de joder y ponerme a estudiar.
Por suerte recibí la noticia que pini se ebreso y eso me calmo un poco, los dejo viejas y les dejo la frase para pensar del día: "y con orgullo levanto, copas y copas al dolor, al dolor de seguir vivo, que es lo bueno que tiene el dolor, y tb al placer de ganar y perder, cuando todo parece jodido es cuando hay que poner"
martes, 22 de julio de 2008
Nada personal (Soda Stereo)
¿Que tan mal está no poder dejar de vivir en el pasado? O, mejor dicho, ¿Qué tan mal está, no asumir que es justamente eso: Pasado?
Muchas veces le regalo momentos de mi vida a la melancolía, y, de alguna forma, los pierdo, pero aún sabiendo que los perdí, no dudo en volver a regalarle unos segundos si recuerdo alguna otra cosa linda. A veces pienso, que con ese criterio, sería más conveniente no vivir momentos lindos, para así cortar el círculo, y no tener qué recordar, por lo tanto no tener porqué ponerse triste, y de esa forma, dejar de perder momentos. Ese pensamiento, me resulta lógico y razonable, durante la primera milésima de segundo después de que se me ocurre, todas las veces. Pero como el viaje en colectivo desde el laburo hasta casa dura alrededor de 6 minutos, aún tengo tiempo para seguir buscándole soluciones a mi problema. Como paso dos, está tratar de pensar en otra cosa, por ejemplo, en el futuro, y por alguna razón, empiezo a llenarme de miedos, preocupaciones y ansiedad, quiero que el tiempo pase más rápido, y la confusión que me genera ese deseo es tan grande, que descarto esa posibilidad, y, como el viaje en colectivo desde el laburo hasta casa dura alrededor de 6 minutos, todavía tengo tiempo para buscarle la vuelta. No existe el paso tres. O por lo menos, todavía no me acostumbro a darlo. Teniendo en cuenta el hilo del relato, lo lógico es que, la solución, es pensar en el presente, y, hablando mal y pronto, dejarse de joder.
La cosa es que este problema es la base a miles de desequilibrios nuevos, que no se solucionan en 6 minutos, y llego a casa, me acuesto, y me duermo.
Al otro día la cosa es parecida, pero hoy estoy un poco más contento. Lo que escribí anoche ya no me parece que esté tan bueno, y no entiendo como puede haber representado lo que sentía, siendo que hoy valoro mucho lo bien que la paso. Tengo amigos viejos, que siguen estando, tengo amigos nuevos, que me hacen sentir querido, tengo dos hermanas con las que me llevo muy bien, también me llevo bien con mis viejos, trabajo, estoy ahorrando para ir de vacaciones con mis amigos, y encima en la facu, me va relativamente bien. ¿Qué me pintó anoche?, no se, no me interesa. Y como el viaje en colectivo desde el laburo hasta casa dura alrededor de 6 minutos, me acuerdo de lo mucho que me reí hoy…
Es difícil escribir sobre cosas tristes, evitando dar a pensar que estas triste. Yo no estoy triste (¡No quiero estar triste!) , pero, viejo, ¡Cuánto extraño tantas cosas! ¡Que ganas de volver al tiempo en que las responsabilidades eran menos, y los días en que me reía mucho eran más!
¿Y que pasa? Estoy pensando en el pasado de nuevo. ¿Todavía no sé que es solo eso: Pasado? Se ve que no, porque además lo que escribí hace dos noches me parece más entendible hoy…
De todas formas, haber escrito lo que tengo, haberme acordado de lo que valoraba el día en que me sentí bien (haber leído lo que hoy me parece más difícil de entender), me rescató un momentito que la melancolía me estaba robando. Y me hizo dar cuenta, de que muchas veces, cuando esté solo, va a venir la melancolía a robarme, y no necesito pensar en el pasado, no necesito pensar en el futuro, necesito hacer como ayer, que sin querer, había dado el tercer paso que una noche antes, decía que no existía.
lunes, 21 de julio de 2008
CANCION INUTIL (a77aque)
resaca, eso es lo que se siente normalmente desp del día del amigo. Tirado en la cama y no va que viendo los simpson(como es de costumbre), hacen un chiste sobre que la historia sin fin es un plagio, osea el nombre.
me pongo a penzar en lo irónico del borrachin de matt groenin, por si alguien no la vio
les voy a relatar un touch de la película: se trata de un nene, que si me piden mi opinión, es un tipejo bastante mariconsete, caprichoso, como decimos acá un hilachiento de lo pior, el tipejo se va a un lugar, que casualmente es una historia de fantasía, tal como se llama el lugar(no se si decir pueblo o ciudad porque no lo vi en los mapas¿?)
Ahí noma conoce a un perro muy drogadicto que, después de fumar de las mejores marihuanas que planta el mismo, flashe que vuela el gil. También esta el gran indio "me la como por 2 pesos" atreiu, un chavon que no hace nada mas que mariconiar, y ni flechas tiene.
Bue desp ta la princesa, puta como pocas, una vieja chota, el pájaro que tiene pinta de gallina trabesti, entre otros.
La cosa es que mientras el titulo de la peli es la historia sin fin, y aunque se hicieron 3 películas de esta saga maestra que se le ocurrió a un chavon, que los compañeros de la facu clasificaron en el new york times como el típico pelotudo. La película irónicamente si tiene fin. Es mas cada una de las películas tiene fin.
estoy arto de la gente que nos vende aspirinas por éxtasis (frece de piti alvarez), loco si tiene fin no le pongas así.
este fraude me recuerda a esa otra película llamada "la naranja mecánica" donde no aparece ni una puta naranja y menos que menos un robot, solo aparece gente en bolas (como la tipica peli de film zone)
Bueno no tenia muchas ganas de escribir y menos que menos se me ocurrió nada, pero debía descubrí el fraude
por ultimo los dejo con una frace como es mi costumbre, para que a todos los tilingos se les abra un poco la cabeza, piensen, y cultiven un poco la cabeza, pero sin retenciones que para eso ta el campo
"nadie pasa de esta esquina, aquí mandan las divinas"
me pongo a penzar en lo irónico del borrachin de matt groenin, por si alguien no la vio
les voy a relatar un touch de la película: se trata de un nene, que si me piden mi opinión, es un tipejo bastante mariconsete, caprichoso, como decimos acá un hilachiento de lo pior, el tipejo se va a un lugar, que casualmente es una historia de fantasía, tal como se llama el lugar(no se si decir pueblo o ciudad porque no lo vi en los mapas¿?)
Ahí noma conoce a un perro muy drogadicto que, después de fumar de las mejores marihuanas que planta el mismo, flashe que vuela el gil. También esta el gran indio "me la como por 2 pesos" atreiu, un chavon que no hace nada mas que mariconiar, y ni flechas tiene.
Bue desp ta la princesa, puta como pocas, una vieja chota, el pájaro que tiene pinta de gallina trabesti, entre otros.
La cosa es que mientras el titulo de la peli es la historia sin fin, y aunque se hicieron 3 películas de esta saga maestra que se le ocurrió a un chavon, que los compañeros de la facu clasificaron en el new york times como el típico pelotudo. La película irónicamente si tiene fin. Es mas cada una de las películas tiene fin.
estoy arto de la gente que nos vende aspirinas por éxtasis (frece de piti alvarez), loco si tiene fin no le pongas así.
este fraude me recuerda a esa otra película llamada "la naranja mecánica" donde no aparece ni una puta naranja y menos que menos un robot, solo aparece gente en bolas (como la tipica peli de film zone)
Bueno no tenia muchas ganas de escribir y menos que menos se me ocurrió nada, pero debía descubrí el fraude
por ultimo los dejo con una frace como es mi costumbre, para que a todos los tilingos se les abra un poco la cabeza, piensen, y cultiven un poco la cabeza, pero sin retenciones que para eso ta el campo
"nadie pasa de esta esquina, aquí mandan las divinas"
miércoles, 16 de julio de 2008
Motor Psico. (Los Redondos)
Muchas veces le pasaba al pibe, que se encerraba en su pieza y no salía más que para comer (y lo hacía callado, mirando nada más que su plato, y a veces su vaso), y para ir al baño, encima generalmente hacía ambas cosas en la misma salida. Era –decía su hermana más chica riéndose- como cuando pasaba el tren en la casa de la nona, porque pasaba de repente, rápido y con el camino como marcado en el piso, y al ratito volvía por el mismo lugar.
Todos habían aprendido a tomarse esos “ataques de histeria”, como empezaron a llamarlos, con una cuota de gracia cada vez más grande, y comenzaron a ser divertidos para todos, menos para el pibe, claro. Pero esa cuota de gracia, no era tan significativa para la mamá, como para dejar de lado su preocupación por el pibe, no le gustaba verlo así, y estaba llena de impotencia por no haber logrado en los once años del pibe, generar la confianza necesaria para que él, le cuente qué hace adentro de su pieza, o porqué decide actuar “como un trencito”, según diría la menor de la casa.
El tiempo pasó, y los “ataques de histeria” se siguieron dando cada vez con menos frecuencia. La mamá estaba más tranquila, y todos en la casa disfrutaban del humor alegre del pibe, que ahora era indispensable en los asados y en las cenas en familia.
El tiempo siguió pasando, el pibe ya no tenía once años, ya tenía dieciséis, y la mamá, no quiso decir cuantos, pero cinco más que antes. Un día llegó del trabajo, y actuaba “como un trencito”. Pasó derecho a su habitación, y desde ahí gritó que pidan comida, que no iba a cocinar, y que no gasten mucha plata. Los ojitos del pibe y de la menor de la casa, se miraron húmedos, estallados de preocupación, y la nena, corrió a darle un abrazo a su mamá, que terminó cuando ambas necesitaron ir a lavarse la cara de tanto llorar. Mientras, el pibe cocinaba como podía unos bifes a la plancha, haciendo más caso al “no gasten mucha plata” que al “pidan comida”. Su cabeza no dejaba de acordarse de sus largas tardes en su pieza, y estaba desesperado por encontrarle una solución a este problema, del que todavía no conocía sus causas, ni sus consecuencias. Y su decisión, como era de esperarse, no fue sentarse a charlar, pero sí se sentó a escribir, escribió:
Mamita:
Hoy te vi triste, y muy preocupada, y en serio que no me gustó para nada tu cara, ni tampoco la forma en la que hablaban con el papi antes de dormirse. Perdón si te molesta que los haya escuchado, fue un segundito mientras pasaba para ir a tomar agua a la noche. Solo escuche que preguntaban ¿y ahora qué vamos a hacer?, y no sé porqué no saben que hacer, pero me gustaría contarte que hice cuando no supe que hacer.
¿Te acordás de mis “ataques de histeria”?, bueno, en esos momentos mami, yo no sabia qué hacer. Las cosas se me habían complicado de tal manera, que me sentía con muchas ganas de dejar todo de lado, abandonar todo y no remarla más. Pero si hay algo que ese encierro, y esas horas de soledad me enseñaron, y hoy te quiero enseñar a vos (aunque vos seas siempre la que más sabe, la que más enseña), es que todo pasa por vos. Lo que quiero decir, ma, es que todo va a dar resultados proporcionales a lo que vos decidas que querés que pase. Si las cosas se te ponen ásperas ma, vos seguí, convencete de que va a estar todo joya, y que si no salen, que sea una casualidad del destino.
Espero que te sirva lo que quise decirte, aunque me quedo con la sensación de que escribo re mal, porque tenía mil cosas mas para decirte, igual, vos siempre me entendés ma. Te quiero mucho.
La mamá, que había escuchado consejos similares miles de veces, no pudo contener las lágrimas y, haciendo un esfuerzo muy grande por respirar, leer y llorar a la vez, le mostró a su esposo lo que el pibe había dicho. Ambos se dieron cuenta, de que existe algo, que hace mucha mas fuerza que los mismos músculos, hace más peso que la cosa mas pesada, y convence más de cualquier cosa, que el mejor de los vendedores o abogados. Y eso es uno mismo, nuestras ganas, nuestras auto limitaciones. La cuestión es saber utilizar ese motor, aunque a veces, signifique encerrarse en una pieza, y repetir y repetir…
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